| Baudin Veteran@ 
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 Publicado: 05/04/2016 16:42
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Si alguna vez has estado relacionado con la crianza canina segurísimamente muchas veces te habrás preguntado que es, que significan esas dos palabras (mágicas y únicas) y de qué forma intervienen en el buen devenir de un criadero y como su falta implica el desastre genético de este e incluso el de una raza completa.
Partimos de la base que la exposiciones de belleza no son un buen exponente de la evolución y de la pureza de una raza, sino más bien del criterio momentáneo de un determinado juez que en muchísimos casos ignora el estándar de la raza y que declara ganador a un ejemplar que se desvía muchísimo de este, incluso aceptando faltas señaladas como descalificantes en el propio estándar. Esto no quiere decir que sean todos los jueces y que hagan todos en todos los países del mundo, pero es, por desgracia, una tónica bastante general.
Estamos acostumbrados a leer publicidad de algunos criadores informándonos rimbombantemente que sus ejemplares provienen de “líneas de campeones” por el simple hecho de que en el pedigrí de algunos de los perros de su propiedad aparecen algunos títulos de campeonatos nacionales o internacionales, pero esos títulos no establecen una línea en sí misma y mucho menos la tan cacareada línea de campeones, conseguir eso, es el fruto de muchos años de estudio, trabajo y esfuerzos.
Si analizamos detenidamente esa supuesta línea de campeones anunciada, observamos que entre todos esos perros no hay nada o casi nada en común, es decir provienen de criadores y países distintos, no deberemos ser excesivamente críticos con los perros ni con los criadores de donde provienen (quizás la falta de selección de a quien ceden sus perros para la cría), por que alguno de ellos si han conseguido algo parecido a una línea, pero si deberemos ser muy críticos con esos criadores que se aprovechan (por así decirlo) del trabajo de otros para utilizarlo con fines publicitarios, claro está que también de esa forma, los criadores originales también reciben la recompensa de un título añadido que en muchos casos no hubiesen conseguido.
Lo adecuado sería que como criador te vanagloriases del premio recibido por uno de tus perros si en su pedigrí, figuran al menos dos generaciones (en cualquiera de las ramas) de tus ejemplares, ya que de esa forma si habrás establecido el principio de una línea de campeones, pero ten en cuenta que si solo ese es tu objetivo, mal favor harás a la raza ya que los criterios para dar o no campeón a un perro depende muchísimas veces de los gustos del juez de turno o de una moda pasajera con lo cual te resultara muy difícil mantener esos triunfos con jueces distintos.
Lo ideal sería luchar por que tus ejemplares cumplan estrictamente el estándar de la raza y de esa forma te aseguraras de estar haciendo lo adecuado por su perpetuación y de esa forma establecerás un programa de cría serio, con una selección adecuada.
Lo importante de todo esto es que si habrás fijado tu propio criterio dentro de la raza, resaltando y corrigiendo aquello que según tú, te parece importante y lo más fundamental, tus cachorros empezaran, poco a poco, a ser una fotocopia entre ellos y de sus padres, lo que a la postre y con el tiempo se traducirá en que has construido una línea de sangre y cualquiera de tus perros, allí donde esté y sea visto por cualquier aficionado o entendido de tu raza lo identificara fácilmente como criado por ti y que además, estos transmitirán a sus descendientes aquellas características seleccionadas por ti con gran tesón. Este debería ser el sueño de cualquier criador que se precie.
Pero, por desgracia, muchísimos criadores optan por el camino fácil, mezclar y mezclar perros con títulos en su pedigrí sin importarles nada lo que pueden trasmitir o lo que es peor, que ni siquiera lo sepa o que no se haya preocupado en averiguarlo, ellos tan solo optan por la cantidad y no por la calidad, criar y criar muchísimas camadas, que de esta forma en algún momento sonara la flauta y alguno de ellos, por aquello de la lotería de la genética, obtendrá resultados y podrán volver a repetir un título, pero no veras en casi ninguno de sus descendientes las características de ese campeón y si eso ocurre será tan solo por uno de esos caprichos del destino y de la estadística pero que también tendrá escasas posibilidades de trasmitir de forma segura casi ninguna de las características deseadas dentro de la raza.
Una de las formas más sencillas de identificar a un criador falto de criterio es observar si vende sus perros diferenciando si son para exposición o compañía, uno serio, no establece ninguna diferencia ya que cualquiera de sus cachorros se defenderá perfectamente en cualquiera de las situaciones y trasmitirá a sus descendientes las características que le han permitido obtener esos triunfos y si decides presentar a ese cachorro a una exposición, veras como obtiene resultados más que dignos.
El original se encuentra en el Facebook de Federico Baudin.
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Es dificil ser humilde cuando compartes la vida con un bullmastiff
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