 Publicado: 23/07/2009 18:01
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Autor: Ingrid Hernandez Soto.
Indiscutiblemente el perro, el gato o cualquier mascota es el complemento ideal de la familia. Para los niños no podrá encontrarse un mejor compañero de juegos, que además de jugar, velara por ellos. Hará compañía también a los que se quedan solos en la casa y cuidara de esta cuando los amos se ausenten.
El resto del tiempo será una presencia agradable y cariñosa en la casa, dispuesto a hacer cualquier sacrificio por sus dueños, a los que siempre demostrara su afecto al recibirlos cuando regresan del trabajo o la escuela.
Para los niños una mascota será un entretenimiento y una responsabilidad. Deje que ellos se encarguen de alimentarlo, bañarlo y cuidarlo en general. Estas pequeñas obligaciones lo enseñaran a tener otras responsabilidades en el futuro.
Cuidar a una mascota ayuda a los niños a ser responsables e incrementa su sensibilidad, favoreciendo el desarrollo de su personalidad, facilitando su sociabilidad y estimulando su curiosidad y atención.
En niños con trastornos de salud o con comportamientos conductuales anómalos se ha comprobado que una mascota puede ser una buena opción terapéutica. Le permite al niño contar con el amor que el animal le brinda, facilitándole la comunicación y la expresión de sus sentimientos ante un amigo incondicional que no lo juzga ni recrimina, por el contrario le muestra afecto y comprensión.
Sin embargo debe tener en cuenta que poseer una mascota no solamente representa una ventaja por los servicios o la alegría por los buenos ratos que brinda. Tener una mascota implica siempre una responsabilidad. Una mascota no es un juguete, es un ser vivo que siente y tiene muchas necesidades y depende enteramente de su amo. Hay que alimentarlo, bañarlo, cuidar de su salud y aun más importante hay que brindarle afecto y consideración. Ya que hemos decidido incorporarlo a la familia ( s nuestra decisión traerlo, no la de ellos), démosle el trato que merece.
Recuerde una buena opción para tener una mascota es adoptar un animalito abandonado, por una parte acoge a un ser necesitado y por otra gana un amigo incondicional.
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