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Dime perro ¿que necesitas de mi?


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Baudin

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MensajePublicado: 07/01/2010 14:51
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Si yo fuera perro, esto sería lo que, ¡tantas veces!, querría que me preguntara mi dueño. Sí, porque son demasiadas las veces en que al propietario se le olvida que su perro, un ser vivo como el que más, tiene una serie de necesidades implícitas precisamente a su condición de ser vivo y simple y llanamente pasa por encima de ello
en un atropello manifiesto a sus necesidades más básicas y más imprescindibles.

Hagamos un buen repaso de cuáles son estas, entonemos un “mea culpa” y pongámonos como objetivo para el nuevo año que comienza, hacer las cosas bien y ocuparnos, de verdad y como se merece, de nuestro amigo peludo de cuatro patas.

Que sí, que sí… ¡que ya va siendo hora! Que este es el momento de los nuevos proyectos y de marcarse metas que cumplir, porque estamos empezando 2007 e igual que hemos decidido emprender esa dieta mágica que devolverá a su justo lugar los impertinentes michelines que se han puesto chulitos por culpa de los polvorones y el turrón, y pintar la fachada de la casa, adecentar el jardín y cambiar los muebles del salón, también es hora de replantearse la relación con el más desfavorecido de la casa, el perro, al que todos dan la bienvenida con mucha emoción y mucho bombo el primer día y al que todos cuidan como locos durante los primeros meses, pero del que después casi nadie se acuerda y acaban siendo los que raramente salen a correr por el campo, los que nunca reciben una caricia de más, los que pocas veces escuchan una palabra amable y los que se llevan, a la primera de cambio, una bronca de muy padre y señor mío, con la que dar salida a todo el estrés acumulado tras diez horas de extenuante y estresante trabajo.

¡Lo dicho! Este es el momento de los nuevos proyectos y de reubicar, para mejor, el estatus del cuatro patas en el núcleo familiar. Ya no hay excusa para no hacerlo. ¿Y por qué?, preguntarán los más escépticos, convencidos de que el perro lo aguanta todo, incluso el más absoluto anonimato y ninguneo dentro y fuera de la casa, al que le han condenado todos los demás, por comodidad y más aún por pereza… pues porque un perro bien considerado, bien atendido, bien cuidado, mimado y satisfecho, con un claro concepto de su lugar en la manada, es también un perro más sano, más equilibrado y que -¡que nadie lo ponga en duda!—dará muchas más satisfacciones a sus propietarios, en todos los sentidos.

No en vano, el perro es un ser eminentemente social y gregario, preparado para someterse a los más dominantes (que hemos de ser los propietarios) y someter a los débiles, pero es además un ser al que no le gusta la soledad, que necesita estar rodeado de la compañía de sus congéneres o, como es el caso en las Sociedades modernas y entre los denominados “animales de compañía”, la compañía de los suyos, entendiendo por “suyos” a sus dueños, a su familia humana.

Pero aparte de esto, ya de por sí fundamental, los perros suelen ser individuos atléticos, ágiles y sumamente activos, que necesitan dar salida a su ímpetu para no convertirse en animales destructivos y nerviosos.

Amén de todo lo anterior, los perros domésticos han aprendido a apreciar el confort y la comodidad –también la protección—que la vida entre seres humanos les ofrece y que aprecian el sentirse queridos y mimados, razones todas ellas que justifican que continuamente busque agradar a los demás miembros de su manada humana y también la aprobación de todos sus actos, agradeciendo sobremanera cualquier manifestación positiva y cualquier estímulo afectivo que felicite aquello que hacen bien. Son además individuos que han aprendido a apreciar y agradecer la regularidad, la rutina, el hábito que se las ha impuesto paulatinamente a lo largo de siglos de domesticación.

Y no sólo eso, sino que como lobos que se han colado en nuestra rutina y en nuestros salones, son animales que necesitan del cuidado (aseo/cepillado/baño) regular por parte de sus dueños, en sustitución de esa pauta establecida en una manada salvaje por la que unos se acicalan a otros continuamente, como otra forma más de marcar las diferencias jerárquicas entre sus distintos componentes y de reafirmar los lazos de convivencia entre todos ellos.

El perro, mal que le pese a los seguidores del despistado Descartes --que afirmó en su tiempo que como todos los demás animales era sólo una máquina biológica privada de toda conciencia y de toda capacidad para la reflexión, sentimientos, etc., hasta el punto de que nada de lo que hace (ni siquiera los más simples actos como alimentarse, aparearse, orinar o defecar), está ligado a la conciencia ni a la inteligencia--, es un ser que dispone de todo el tiempo del mundo para observar lo que le rodea, para observarnos a nosotros, sus dueños, y para sacar muchas conclusiones sobre nuestro comportamiento y el lugar que cada uno ocupa en su respectiva manada. Y es también un animal que agradece saber cuál es el lugar que a él le corresponde en esa jerarquía natural que se constituye cuando más de dos seres conviven y que acatará las imposiciones que los seres superiores impongan, siempre –claro—que la imposición se haga desde el respeto mutuo y la mutua consideración.

Y por último, pero no menos importante, el perro es un ser –igual que nosotros, los humanos--, que tiene suficiente capacidad para sentir muchas y muy variadas emociones, desde la ansiedad, o el temor y miedo, a la aprehensión, la tristeza, la soledad, la decepción, los celos, el desprecio y el abandono, el aburrimiento, la curiosidad, el placer, la alegría, la felicidad, la sensación de diversión, el respeto, el apego, la fidelidad, el cariño, la empatía o la pérdida, por ejemplo, de otro ser querido.

Así pues, el perro no es un mueble ni es un juguete inanimado --¡y menos aún un trasto viejo, pasado de moda!-- y como ser vivo que es, merece ser tratado con la consideración, el respeto y hasta el cariño que prodigamos a otros seres vivos. Y por tanto, ya va siendo hora d asumir esa responsabilidad y ocuparse de él como se merece. Nada vale como excusa para que así no sea. ¡Ea! Queda dicho.

¿SABÍAS QUE…?

… ciertos comportamientos como la agresividad, la automutilación, la coprofagía, la destructividad, el escarbado, la escapada, la hiperactividad o el tironear son reflejo se situaciones de frustración, estrés y aburrimiento y que bastaría con interrelacionarse mejor con el perro, hacerle más caso, sacarle más a menudo a ejercitarle, jugar con él, prestarle algo más de atención y hacerle sentir más partícipe de las actividades en familia para cambiar esos comportamientos?

El confinamiento en exterior del perro incide en la salud física y psíquica del perro, por cuanto la sensación permanente de soledad y aislamiento del grupo, produce estados de ansiedad, irritabilidad, agresividad, nerviosismo, automutilación y verdaderos estados de neurosis. Y no sólo eso sino que la separación implica que en ocasiones el propietario no sea consciente de lo que el animal come, ni cuando, por lo que pueden llegar a darse situaciones de caquexia o adelgazamiento súbito, amén de que en un momento dado el dueño no se de cuenta de que el perro muestra síntomas de enfermedades, algunas de las cuales, no tratadas a tiempo, pueden afectar seriamente al bienestar e incluso a la vida del animal. A estso hemos de añadir que la falta de higiene, el contacto con parásitos externos y la exposición permanente y continuada a las inclemencias climáticas, son susceptibles de ser la causa desencadenante de infecciones, enfermedades de riesgo (como la Leishmaniasis canina o la Dilarofilariasis caninas, ambas transmitidas por moscas y mosquitos, o la Borreliosos y la Enfermedad de Lyme, transmitidas por garrapatas), así como de causar problemas de piel, artritis, etc., aparte del envejecimiento prematuro, afectando de forma significativa todo ello a su longevidad y calidad de vida.
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Es dificil ser humilde cuando compartes la vida con un bullmastiff
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MensajePublicado: 08/01/2010 05:14
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Gracias Baudin! es muy interesante y sobre todo sirve para que veamos en que parte nos encontramos, porque de seguro en alguna nos veremos identificados. Gracias, porque con esto aprendí el porque de varias cosillas que están pasando con mi perro, en la parte de salir a pasear.... No lo sacamos hace un tiempo, pensando que porque tiene un predio grande, esta bien y veo que esta pasando por algunos de los comportamientos que dices. Quedo muy agradecida por tu articulo.....ya los extrañaba!.
Solo una acotación...cambia el año, estamos en el 2010 Guiño
besito besito besito besito besito besito besito besito besito besito besito
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MensajePublicado: 21/01/2010 13:38
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sabes que tenes razon, es cierto lo del paseo, tam,bien me e dejado star con eso, hace rato que no las saco, y lo voy a empezar a hacer, nunca es tarde no??
hee si pero cmo dijeron cambiale el año me rei mucho con lo de 2007 je
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