Divorcio , perro y bebé

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erizo

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Publicado: 19/07/2011 07:22	Citar

Sí, yo tengo problemas y gordos. Pero a mayores de lo que me pasa tener que dejar a mi perro me tiene bastante chafada

Willy

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Publicado: 19/07/2011 10:01	Citar

Pues sí, tiene que ser bastante crudo para ti. Pero tienes que pensar en qué es lo mejor para ti y tu niño y dejar de lado a todo lo de más. (Sé que es fácil decirlo, hacerlo es otra cosa) _________________ Saludos, Willy. Reglamento del foro \| Guías de Ayuda \| Buscar en esta web Últimos artículos en nuestra web: Leo el labrador cuenta su experiencia en la escuela canina Eres un perro con tres cabezas Cuidado con las espigas Libro: Los Hábitos Higiénicos del perro

erizo

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Publicado: 19/07/2011 10:56	Citar

tan crudo que sino estoy aún separada es por eso. No sé si es normal decir esto, pero creo que no le quiero menos que al niño, aunque sea de otra forma. No sé si esto es normnal y a veces me siento regular por ello.

Willy

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Publicado: 19/07/2011 11:06	Citar

Si tu lo sientes así me parece totalmente normal. Seguramente hay muchíssimas personas que sienten lo mismo o más aún por sus perros. Lo que pasa es que al final tienes que quererte más a ti misma que al perro, si no te queda más remedio no deberías supeditar tu felicidad a la de tu perro. Creo que deberías alegrarte enormemente por tener la opción que tienes para él. Ayer me hiciste recordarme de la perrita que tuvimos cuando yo tenía dos añitos, se llamaba Fifi. Vivíamos en una casa muy chica y mi padre tuvo que trasladarse a otra ciudad por su trabajo, tuvimos que mudarnos. En la nueva casa no se admitían mascotas y a mi madre no le quedaba otra que llevar a Fifi a la perrera que en aquella época era un horror. Mi madre quería mucho a la perrita. Y la perrita a nosotros porque a las pocas horas apareció de nuevo en la puerta de casa, se había escapado y estaba llena de heridas de la malla que atravesó. Aún así tuvo que hacer mi madre de tripas corazón y llevar a la pobre nuevamente a la perrera. Eso sí que era duro. Para encima ver como cuando nos metimos en el piso había otros vecinos que sí tenían sus perritos y nadie les decía nada.