|  Publicado: 21/07/2007 16:34 
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| Se mueren er presidente der jeré y der beti a la vé y llegan ar sielo, allí está San Pedro esperando a los do. 
 - Os vai a í a viví a la avenida de los presidentes der furbo españó, y manda a un ange a que los lleve der tirón sin perderse.
 
 Ar llegá a las casas, to bonitas, se ponen mu contentos porque tienen su jardinsito, su vallita, y un escudo del equipo en la entrada y una bandera en er barcón.
 
 Los dos mu contentos mirandolo tó, y en la misma calle en otras casas más banderas der Madrí, der Atleti, der Barsa... toas iguales iguales.
 
 Y ar fondo, en to lo arto der monte, ven una casa toa amarilla y asú, con un peaso escudo der Cadi en la asotea, con banderas grandes en tó los barcones, piscina olimpica, jardines por alante y por atrá de la casa, con angeles de guardia en la puerta, dos peaso coshes con la banderita der cadi. Que peaso casa.
 
 Y le dise el uno a lotro...:
 
 - Ya mismo estamo dando las queja a San Pedro
 
 Y llegan a la puerta der sielo y estaba San Pedro hablando con Dió y disen los nota:
 
 - Vaya casa que tiene el Irigoyen desde que se murió y a nojotro la mierda casa que nos ha dao.
 
 Y dise Dió:
 
 - ¿Te refiere a la casa del final de la calle toa amarilla y asú que é der Cadi?
 
 Y dise er der jeré otra vé:
 
 - Jí, ompare, a eza me refiero.
 
 Y le contesta Dió:
 
 - Po te equivoca shavá, de pé a pá, que esa casa no é de Irigoyen, esa es MI CASA, porque a vé si tentera de una vé que hasta Dió... é der Cádi.
 
 
 
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